El joven, de nacionalidad venezolana, reconoce los hechos y las partes acuerdan que abandone el territorio cuando cumpla la mitad de su condena
LUGO, 16 (EUROPA PRESS)
Un hombre de 30 años y nacionalidad venezolana ha reconocido este martes en la Audiencia Provincial de Lugo haber agredido sexualmente a la que era su pareja en un domicilio de la capital en 2022 y ha aceptado por ello una pena de seis años de cárcel y la expulsión del país.
El Ministerio Fiscal, que solicitaba inicialmente para el joven una pena de nueve años de prisión, ha rebajado a seis su petición de condena y las partes han alcanzado un acuerdo de conformidad para que el acusado abandone el territorio nacional una vez cumplida la mitad de su condena con la prohibición de regresar al país durante un período de seis años.
De acuerdo a lo recogido en el escrito de calificación del Ministerio Público, los hechos juzgados tuvieron lugar la noche del 28 de mayo de 2022, cuando el acusado, que se encontraba en situación irregular en España tras haber llegado al país en diciembre de 2021 con un visado de turista, se personó en el domicilio de su pareja, con la que mantenía desde febrero “una relación sentimental sin convivencia”.
Fue entonces cuando, “en un estado de embriaguez que afectaba a sus facultades sin llegar a anularlas” –precisa el escrito de acusación– y tras mantener una discusión “motivada por los celos”, el hombre pidió a su compañera sentimental “mantener relaciones sexuales”.
Ante la negativa de esta, el imputado tiró a la mujer encima de la cama y procedió a agredirla sexualmente, sin parar, pese a las peticiones de la víctima, propinándole “un puñetazo en la cara”, en otras agresiones constatadas más tarde por los servicios médicos.
Como consecuencia de la agresión sufrida, la víctima, también de nacionalidad extranjera, decidió abandonar el país “desconociéndose si llegó a precisar asistencia psicológica”, recoge el escrito fiscal.
El hombre, que se encontraba en prisión provisional desde mayo de 2022 “sin ningún tipo de arraigo familiar ni laboral en nuestro país”, ha reconocido los hechos ante la jueza y deberá indemnizar también a la víctima por las lesiones causadas y los daños morales provocados por su agresión sexual.
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