La familia del sarriano José Ramón Arias, quien fue encontrado muerto en Bruselas hace varios meses, finalmente ve el final de su larga odisea.
El cadáver de José Ramón Arias ha sido entregado a su hermano, Ignacio Arias, quien viajó a Bélgica con el propósito de incinerar el cuerpo y repatriarlo a España. Además, Ignacio podrá obtener información sobre el estado actual de las investigaciones policiales, que, según le informaron, aún estaban en proceso.
El descubrimiento del cuerpo de José Ramón Arias tuvo lugar en junio pasado en un vehículo estacionado en un aparcamiento del aeropuerto de Charleroi.
Fue gracias a la atención de vigilantes locales que se percataron de un coche cubierto de polvo y, para su sorpresa, encontraron el cadáver en el asiento trasero. Durante los últimos tres meses, la familia de José Ramón ha estado luchando para recaudar fondos y lograr la repatriación del cuerpo a España.
Un esfuerzo colectivo para repatriar el cuerpo
La repatriación del cuerpo no fue una tarea sencilla, ya que hasta hace unas dos semanas, Arias no había reunido la cantidad necesaria de dinero ni había obtenido la aprobación del Consulado General de España en Bruselas.
Los costes de la incineración y el traslado de las cenizas ascienden a aproximadamente 4.000 euros. Para recaudar fondos, Ignacio solicitó la ayuda del Concello de Sarria, que abrió una cuenta bancaria específica para este propósito. Además, hizo un llamado a los residentes de Sarria y contó con el apoyo de familiares y amigos, así como de su empleador.
- Te recomendamos -