Pontón utilizó su experiencia en el hogar para convertirse en la primera presidenta

CHORENTE-SARRIA (LUGO), 2 (EUROPA PRESS)

La candidata del BNG a la Presidencia de la Xunta, Ana Pontón, ha vuelto este primer día de campaña para el 18 de febrero a su casa natal de Chorente, en Sarria (Lugo), para recoger el “aprendizaje” que cultivó en la cocina familiar. Acompañada de su madre Aurita, quien no dudó en proclamar que su hija “valía para todo”, y de su padre Luis, ambos muy emocionados; Ana Pontón ha defendido el “orgullo” de sus orígenes y la importancia de “no ponerse límites” y que Galicia “tiene capacidad para hacer grandes cosas”.

Es la segunda ocasión en la que Pontón decide arrancar la carrera electoral en su hogar, con un mensaje en el que ha enfatizado sus “orígenes” y en una conversación con los medios que cubren su ‘caravana’ electoral en la que ha recordado algunas pinceladas de su infancia: la libertad de la aldea o tener que compartir con sus hermanos (es la tercera de cuatro), lo que ahora ve como un “valor”. En 2020, en mínimos del BNG pero con una valoración como candidata en alza, Pontón inició por primera la carrera hacia las urnas en Chorente, una aldea a la que se llega pasando por una vía de tren ahora en obras por el Adif y que atraviesa la cementera de Ourol en la que trabajó su propio padre.

Aquella campaña muy centrada en la figura de Ana Pontón como presidenciable le supuso al BNG pasar de 6 a 19 escaños, el techo electoral en número de diputados, y le ha dado cuatro años de liderazgo en la oposición en un hemiciclo a tres bandas. En la noche electoral de julio de 2020, todavía en plena pandemia y con la comarca de A Mariña confinada por el coronavirus, Pontón afirmó que era el inicio de cuatro años para alcanzar la Presidencia, una idea que ha recordado también desde la cocina de su casa que, como muchas en Galicia, es el punto de encuentro familiar y en el que no faltan siquiera unos sofás.

Pontón, que desde entonces también ha recuperado para las generales y estos comicios el apoyo de la formación co fundada por Xosé Manuel Beiras y que se siente “más preparada” que nunca para su objetivo, ha querido defender de nuevo el “orgullo de ser del rural y los valores de la humildad y el esfuerzo”. Asimismo, ha proclamado que hay “ganas de cambio” y “esperanza”, lo que la convertiría en la “primera presidenta” de Galicia tras seis hombres al frente de la Xunta. “Con manos libres y limpias”, apostilló, en otro momento de la charla con los medios de comunicación su madre, Aurita, quien llevó “anotado” lo que quería decir de Ana Belén Pontón Mondelo, Ana Pontón en la política, Belén en casa.

“Cuando tenía 18 años si me imaginaba que podría ser candidata a la Presidencia de la Xunta, diría que no”, ha relatado Pontón, ante la emoción y lágrimas en los ojos de su padre, quien con ello hizo quebrar también la voz de la líder nacionalista.

“Si me lo preguntáis hace diez años, seguramente también diría que no; si me lo preguntáis hoy, pues os diría que este país necesita una presidenta, que son las elecciones en que podemos conseguirlo”, ha enfatizado.

Lo dijo, con el ánimo de trasladar “todo lo aprendido en esta cocina”. “El orgullo de nosotros, que no tenemos límites y el lugar del que vienes y cuál es tu familia no puede condicionarlo y que, desde luego, en cierta manera, es una historia compartida con miles de personas, o porque nacimos en el rural, o nuestros padres y madres nacieron en el rural”, ha manifestado.

Como hace cuatro años, Aurita intervino ante los medios y volvió a pedir la confianza de los gallegos, a asegurar que de ello nadie “se arrepentirá”, y hasta gesticuló con que es preciso “meter el voto en la urna” para Ana Pontón. “Me gustaría decir que un gobierno liderado por mi hija mejorará la vida de todas las personas de Galicia. Si Ana es presidenta, trabajará con honestidad e intensidad para mejorar la vida de los gallegos”, afirmó Aurita, demostrando que es conocedora de lo que su hija Belén traslada día tras día: que las personas estarán “en el centro” de sus políticas.

Ya ‘sin papeles’ (aunque en realidad lo tenía anotado en el móvil), la madre de Pontón Mondelo expresó sin fisuras el apoyo al BNG “desde que ella”, por su hija, se inició en ese proyecto político, aunque la vocación de la candidata del Bloque se remonta a antes de su mayoría de edad cuando se ‘escapó’ de Chorente para participar en la manifestación del Día da Patria un 25 de julio poco antes de cumplir los 18 años.

“VOLVER AQUÍ, CLAVES” PARA GOBERNAR

“Nunca nos faltó nada, pero nunca nos sobró”, explicó Ana Pontón retomando su vida antes de la mayoría de edad. Pero aquello, dijo, le enseñó también que “no siempre se puede tener todo, que es importante compartir” y también los valores del “esfuerzo” y el “trabajo”.

Para la líder nacionalista, volver a su casa significa recoger las “claves” para poder gobernar. “Este lugar, en cierto modo, es una historia compartida con miles de personas, todos venimos en parte del rural y volver aquí nos puede dar muchas claves sobre dónde caminar al futuro”, ha convenido.

Es más, Pontón se ha mostrado segura de que “todo” lo que aprendió en esa cocina hay que trasladarlo a Galicia, porque no hay que “ponerse límites”. Nacer en “una aldea, en una familia trabajadora, no tiene que limitar y esa es la aspiración: soñar en grande y es el momento de hacerlo”.

Ana Pontón, que en ocasiones anteriores afirmó no ser mitómana, sí situó como uno de sus referentes feministas a su propia abuela, con quien dormía. Ella, volvió a recordar este viernes electoral, le explicó que no tenía que ser “menos” y que no permitiese que minusvalorasen su trabajo, en referencia a todo lo que hacía fuera y dentro del hogar mientras los varones llegaban a casa y se sentaban.

DOTAR DE SERVICIOS EL RURAL

Ana Pontón aprovechó, a preguntas de los medios, para explicar algunas de las medidas relativas al rural, que pasa por, en primer lugar, dotar de los “servicios”, como educación y sanidad accesibles, pero también otros como el acceso a internet.

Además, el BNG incluye en su programa electoral, como ha recordado, la compra de productos de proximidad, y el apoyo a la actividad productiva, tomando como base que solo el 23 por ciento de la superficie gallega es superficie agraria útil, para lo que propone un “verdadero” banco de tierras. También defiende la “diversificación” de la actividad, con reducción de cuota para autónomos y ayudas económicas.